Los centros de datos se han convertido en uno de los recursos más valiosos del mundo y es difícil imaginar la vida sin ellos. Hoy son los motores que impulsan negocios, economías y sociedades enteras.

Gracias a los centros de datos, las empresas de todas las industrias pueden satisfacer las crecientes demandas más rápidamente y a un menor costo, y cuando estalló la pandemia de COVID-19, fue la red global de centros de datos la que permitió a las personas trabajar desde su casa. Sin centros de datos para ejecutar sus operaciones de back-end, los sistemas de salud modernos no podrían manejar el creciente número de pacientes con recursos limitados.

Las innovaciones más significativas del mundo y los inventos científicos que cambian la vida no serían posibles sin los centros de datos que procesan sin descanso grandes cantidades de datos y ejecutan algoritmos cada vez más sofisticados

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