Por Carlos Nieto, responsable de línea global de productos para almacenamiento de energía en ABB


A medida que la volatilidad del mercado energético continúa pasando factura, garantizar un suministro de energía crítico sólido se ha convertido en una prioridad importante para la mayoría de las empresas.

Esto es aún más pertinente para la industria de los centros de datos que consumen mucha energía, donde se estima que los cortes de energía que generan un impacto en los costos de más de $1 millón son cada vez más comunes.

El reciente clima geopolítico ha expuesto rápidamente las debilidades del sistema energético, especialmente para aquellas naciones que dependen de los combustibles fósiles. Pero incluso antes de eso, la creciente demanda, los márgenes de suministro más ajustados y la alta variabilidad asociada con la generación de energías renovables han seguido aumentando el potencial de interrupción del suministro de energía.

Esto ha dejado a los centros de datos particularmente vulnerables. A nivel mundial, se estima que los centros de datos representan más del uno por ciento de todo el uso de electricidad. A medida que los centros de datos del mundo consumen cada vez más energía, debemos buscar más formas de ser más eficientes y garantizar el máximo tiempo de actividad.

Después de todo, incluso el corte de energía más breve puede tener un enorme impacto en los ingresos, sin mencionar las implicaciones en términos de pérdida de datos, archivos corruptos y equipos dañados.

Tradicionalmente, los generadores diésel han sido la solución para garantizar que las aplicaciones de misión crítica nunca se desconecten en caso de un corte de energía. Sin embargo, esta opción se está volviendo cada vez más insostenible dado el impacto de carbono asociado.

Al mismo tiempo, la creciente adopción de energías renovables, combinada con mayores niveles de redundancia de infraestructura a nivel de TI, están dando lugar a nuevas mejores prácticas de diseño en todo el sector de los centros de datos.

Proteger datos

Podría decirse que una de las tecnologías más importantes para cualquier centro de datos del futuro es el sistema de almacenamiento de energía en batería (BESS).

Muchos operadores de centros de datos ya han recurrido a la generación in situ –como paneles solares fotovoltaicos (PV) o turbinas eólicas– para generar su propia energía limpia y complementar la energía de la red.

Al utilizar un BESS, es posible almacenar esa energía y redistribuirla según sea necesario para usarla durante un momento crítico para garantizar la seguridad del suministro de energía y, a su vez, anular el impacto en los ingresos, las legalidades y el daño a la reputación asociados con una falla del sistema.

Otros grandes beneficios son la compensación de potencia reactiva, la reducción y el cambio de picos y la maximización de la autogeneración.

Cuando se asocian con un sistema de gestión de energía (EMS), los datos y análisis que ofrece BESS pueden proporcionar la información necesaria para adaptar mejor la demanda de energía a los requisitos y mejorar la eficiencia general.

Fundamentalmente, a medida que muchos centros de datos pasan de contratos a largo plazo que incluyen energía no utilizada a un modelo de "pago por uso", esto puede ayudar a construir una nueva capa de resiliencia a través de una mejor previsión y visibilidad de los requisitos de energía altamente fluctuantes.

Es importante destacar que BESS no es solo para las energías renovables: también puede usarse como una solución de respaldo crítica independiente junto con la energía tradicional basada en la red.

Oportunidad de ingresos

Con más generación renovable no síncrona en el sistema, la red enfrenta más presión para equilibrar la oferta de manera más efectiva con la demanda.

BESS tiene un papel importante que desempeñar aquí. Esto se debe a que cuando los sistemas de energía renovable producen más energía de la que necesita un sitio, los operadores pueden aprovechar la oportunidad para venderla a la red como prosumidores.

Para los centros de datos, este valioso ingreso puede ayudar a compensar los costos de energía y al mismo tiempo ayudar a desempeñar un papel en el respaldo de fuentes de energía confiables, seguras y limpias.

Habilitador clave

La enorme necesidad de energía de la industria de los centros de datos seguirá aumentando a medida que tendencias como el 5G, la inteligencia artificial (IA) y la transmisión en línea lleven las necesidades de datos al límite. Sin embargo, la volatilidad del mercado energético y la inestabilidad de la red siguen siendo una amenaza muy real para el suministro de energía.

De esta manera, es fácil ver por qué la tecnología BESS a menudo se describe como un facilitador clave de la transición energética: ayuda a los centros de datos a dar grandes avances en eficiencia energética, optimización energética y sostenibilidad, manteniendo al mismo tiempo operaciones continuas.