Después de la crisis mundial de suministro de materias primas, el mayor reto al que se enfrenta la mayoría de las industrias hoy en día es el aumento del coste de la energía. De hecho, tal es la preocupación, que se ha acelerado la necesidad de implantar una estrategia de generación energética renovable para la protección de los suministros energéticos. En el caso de España, El Consejo de Ministros ha aprobado recientemente los planes de ordenación del espacio marítimo —los denominados POEM— de las demarcaciones marinas españolas: noratlántica, sudatlántica, del Estrecho y Alborán, levantino-balear y canaria. Lo que se pretende es organizar los usos y actividades económicas del millón de kilómetros cuadrados de mar con los que cuenta España mediante la “Hoja de ruta eólica marina y energías del mar en España”.
Con el fin de proteger los suministros energéticos, la Unión Europea ha señalado a los grandes consumidores de energía, y al sector de los centros de datos en particular, en las modificaciones propuestas a su Directiva de Eficiencia Energética, estipulando la necesidad de informes y planes de sostenibilidad por parte de los operadores de centros de datos.
Afortunadamente, estos operadores tienen la oportunidad de solucionar este problema. Utilizando sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) en su infraestructura eléctrica, no sólo pueden mejorar su resistencia y reducir su impacto ambiental, sino también optimizar el rendimiento y la fiabilidad de la red de la que dependen para obtener energía.
El sistema indispensable que cambiará el futuro en el sector de los centros de datos
Los SAIs han funcionado hasta hace poco en un segundo plano, pasando prácticamente desapercibidos. Ahora, sin embargo, su capacidad de utilizar la energía almacenada para funciones secundarias los hace mucho más importantes. Además de garantizar la continuidad de la actividad empresarial en caso de un corte de suministro o apagón, los SAI también pueden utilizarse como recurso energético distribuido para ayudar a las redes eléctricas a gestionar la gran variabilidad que se experimenta en los tiempos de incertidumbre actuales.
Los recientes avances en la tecnología del SAI permiten a los centros de datos convertir sus activos existentes en una fuente de ingresos, vendiendo la energía almacenada a las empresas de servicios públicos para aportar a la red la flexibilidad que tanto necesita. Es innegable que la energía es cara en estos momentos, por lo que es esencial optimizar la eficiencia y la sostenibilidad de cualquier centro de datos.
Los SAIs con capacidades de respuesta rápida a la frecuencia (FFR), por ejemplo, pueden permitir que el sistema de alimentación de reserva de un centro de datos proporcione servicios auxiliares de energía a la red cuando sea necesario, sin disminuir la integridad o el rendimiento del centro de datos. También son capaces de controlar totalmente la energía de estas instalaciones, eligiendo cuánta capacidad ofrecer, cuándo y a qué precio, contribuyendo así a las energías renovables y generando ingresos.
De hecho, los últimos modelos de SAIs bidireccionales ya se utilizan en centros de datos de Irlanda y los países nórdicos donde, preocupados por la estabilidad de la red, los reguladores exigen flexibilidad de la demanda para gestionar la frecuencia de la red. Su funcionalidad interactiva con la red significa que estos sistemas de alimentación pueden devolver energía a la red y equilibrar así la frecuencia.
Los sistemas avanzados de ahorro de energía (ESS) son ahora capaces de mejorar los niveles de eficiencia hasta el 99%, por ejemplo, suspendiendo los módulos de potencia cuando no se necesita acondicionamiento de la energía y permitiendo a los inversores iniciar la conmutación en dos milisegundos cuando es necesario.
Además, la aplicación de software especializado puede aumentar la eficiencia operativa y disminuir la complejidad. Esto permitiría a los equipos de TI agregar de forma fiable la información del centro de datos y de los activos de TI y supervisar y gestionar la infraestructura energética y de TI de extremo a extremo con datos precisos y perspectivas procesables para garantizar la continuidad del negocio y la optimización del rendimiento del centro de datos.
Un sistema ciberseguro es también una característica que no debe pasarse por alto. Una brecha de seguridad puede provocar paradas operativas o pérdidas de datos, y puede afectar a la seguridad, a los costes del ciclo de vida y a la reputación de un centro de datos. Por lo tanto, es vital que cualquier sistema de gestión de red SAI sea capaz de mejorar la continuidad del negocio avisando y alertando a los administradores de cualquier problema pendiente y ayudando a realizar el apagado ordenado de servidores y almacenamiento en caso de ataque.
Por lo tanto, a la hora de adquirir un SAI, deben tenerse en cuenta estos ahorros de eficiencia y estas tecnologías. Y, dada su creciente importancia como apoyo a la red, la fiabilidad y capacidad de mantenimiento, la sofisticación de la tecnología que lo sustenta y la necesidad de redundancia para garantizar que la energía esté siempre disponible cuando se necesite, son también factores cruciales a tener en cuenta. Todo ello, junto con los servicios de mantenimiento profesionales y la asistencia esencial del proveedor, ayudará a garantizar la continuidad de la empresa.
En la mayoría de los centros de datos, los sistemas de alimentación ininterrumpida siguen considerándose principalmente un medio para proteger las cargas críticas en caso de apagón o de interrupción forzosa del suministro eléctrico. Sin embargo, muchos están empezando a darse cuenta de cómo pueden impulsar la transición energética, contribuir a la estabilidad de la red y abrir nuevas fuentes de ingresos mediante el almacenamiento de energía, todo ello utilizando su infraestructura de SAI existente. No sabemos cómo acabará la crisis energética, pero podemos estar seguros de que, con las herramientas y la orientación adecuadas, estos sistemas pueden ayudar a los centros de datos a superarla.
