¿Existen las ‘vacas tecnológicas’? La respuesta es sí. Actualmente, ya es posible conocer la salud de las vacas por medio de un sensor implantado bajo la piel. La información se transmite vía Wi-Fi a una aplicación que se conecta con el smartphone del ganadero, captando su estado biológico. Esta realidad no se limita a la ganadería. De acuerdo con Gartner, en 2020 cerca de 20.400 millones de ‘cosas’ conectadas se utilizarán en todo el mundo.

Otro dato interesante es el que muestra el informe ‘IoT Barometer’ de Vodafone. El 95% de las empresas entrevistadas en Brasil están invirtiendo más en IoT y el 81% en el resto del mundo. Sin embargo, el 82% de las organizaciones brasileñas afirman que el uso del IoT ha crecido y esa inversión está generando retorno.

Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) permite que los objetos físicos se conecten entre sí y se comuniquen tanto entre sí como con los usuarios, a través de sensores y software que transmiten datos. Esto hace que la realidad de las ‘vacas conectadas’ sea sólo una de sus infinitas posibilidades para los negocios de diferentes segmentos del mercado.

Por medio de IoT, las informaciones se pasan con más rapidez a los sectores, aumentando la eficiencia. En el comercio minorista, por ejemplo, a través de una cámara inteligente conectada a una plataforma, sería posible identificar el perfil de cada consumidor que entra en la tienda, a partir de variables como sexo, edad, frecuencia de visitas al establecimiento e histórico de compra. Todo ello sin necesidad de aplicar encuestas individuales.

A pesar de las posibilidades y beneficios que presenta la tecnología IoT, también trae la preocupación sobre la seguridad, ya que aparatos conectados a una red poseen una dirección IP que puede convertirse en una vulnerabilidad. ¿Por qué? Porque se convierte en una vía de acceso y si el hacker accede a esa dirección obtendrá los datos que están grabados en la máquina y hasta en la red.

Por tanto, las soluciones de protección deben preservar el dispositivo, la conectividad (red) y los datos. Entre los métodos más conocidos y eficaces para imposibilitar la invasión de hackers están: fortificar la autenticación, implementar criptografías y proteger la red. Además, el negocio debe contar con un equipo preparado para lidiar con amenazas y listo para actuar de acuerdo con las metodologías específicas de protección.

Así, tanto los beneficios para el negocio como las inversiones que ya han realizado empresas brasileñas e internacionales en IoT demuestran que es un camino sin retorno al mercado actual. Sin embargo, no debe olvidarse de incorporar políticas de seguridad a los proyectos de IoT para evitar contratiempos y aprovechar al máximo sus posibilidades.