Para comprender mejor los planes y los retos de las empresas, incluidos los relacionados con la computación perimetral o edge computing de próxima generación como IoT, junto con el consiguiente impacto en la demanda de centros de datos, 451 Research ha realizado, por encargo de Vertiv, encuestas en más de 700 empresas, en concreto a quienes toman las decisiones a la hora de seleccionar los servicios de TI y almacenamiento para sus empresas.

En el marco de este estudio, desde DCD hemos querido hablar con José Alfonso Gil, Country Manager de Vertiv para España y Portugal; y con Luis Casero, Field Marketing Manager para España y Portugal, quienes han reflejado algo de luz sobre este informe y han dado respuesta a algunas cuestiones sobre cómo está cambiando el paradigma de los Centros de Datos y cómo el Internet de las Cosas está influyendo en este movimiento imparable del mercado.

¿Qué papel está jugando el IoT en la demanda de los Centros de Datos?

Lo primero que hay que hacer es analizar en qué consiste realmente el Internet de las cosas. A grandes rasgos, el IoT significa recoger una gran cantidad de información y de datos de los dispositivos (“cosas”) en un punto determinado, bien para tomar decisiones in situ, y/o para enviar esa información a otro lugar donde se volverán a reanalizar esos datos, y así tomar acciones o decisiones con antelación a una misma situación.

Pero en el Internet de las Cosas, no hablamos únicamente de tomar información y gestionarla con tiempo para tomar decisiones para el futuro de la empresa. Estamos hablando de situaciones en las que las decisiones deben ser tomadas en microsegundos. El ejemplo más sencillo para entender esto son los vehículos autónomos que necesitan que las decisiones que se toman sobre la velocidad o sobre cómo tomar la próxima curva, o sobre los vehículos que hay a su alrededor, sean decisiones inmediatas.

Lo que estamos viendo es que se toma una enorme cantidad de datos que hay que gestionar, lo cual implica como consecuencia directa que se necesita una gran capacidad de computación que no se va a poder gestionar únicamente desde un gran centro de datos centralizado, sino que también debe estar muy cerca del punto donde se están generando y tomando esos datos.

Estas nuevas necesidades están suponiendo un cambio en el paradigma de los centros de datos. En los próximos años vamos a ver cómo las instalaciones de grandes ubicaciones centralizadas van a ser complementadas con una estructura de centros de datos mucho más distribuida con algunos microcentros muy cercanos a los puntos donde se toman los datos.

¿Cuáles son los retos y las oportunidades a los que se enfrentan los proveedores de centros de datos multicliente frente al creciente auge del IoT?

Todo este sistema distribuido de centros de datos es una oportunidad también para las empresas de telecomunicaciones. Alguien va a tener que tomar esa información y gestionarla a través de las redes, pero ¿Y por qué no dar también ese servicio de los microdatacenters tan cercanos al cliente, o centros de datos medianos que reciban esa información?

Se abre un mundo bastante atractivo y diferente al que hemos conocido hasta ahora gracias al IoT. No solamente para los operadores de colocation, sino también para los operadores de telecomunicaciones, e incluso para aquellas empresas que puedan ver aquí la forma de dar un servicio adicional.

Estamos en una fase tan incipiente de productos en desarrollo que no sabemos todavía cuál va a ser la foto final y cómo va a quedar el escenario definitivo una vez que todas las aplicaciones de IoT, y de Edge Computing se hayan desplegado.

Todo esto va a conllevar nuevos despliegues, y por lo tanto nuevas inversiones, tanto para las empresas de telecomunicaciones, como para las empresas de los centros de datos. Y habrá que ver quiénes están dispuestos apostar por este nuevo nicho y quedarse con esa parte del mercado.

Van a cambiar mucho las cosas

Vertiv siempre ha trabajado para dar soluciones eficaces y eficientes a todos sus clientes independientemente de que sean clientes de pequeña potencia, o de gran potencia como serían las grandes empresas de colocation. Somos una compañía que siempre se ha dirigido a todo el mercado.

Con respecto a la parte de gran potencia, las opciones de soluciones que tenemos son enormes. Desde nuestros SAIs de gran potencia como el Liebert Trinergy, y el Liebert EXL, así como la refrigeración de precisión, tanto con tecnologías de free cooling como de refrigeración evaporativa; sin olvidarnos de los racks, PDU, monitorización de centros de datos, etc.

Sin duda, disponemos de soluciones completas para los grandes centros de datos, ya sean de colocation o corporativos de las propias empresas.

Del mismo modo, Vertiv está trabajando también en el segmento de los microcentros de datos, y a raíz de esto, en los últimos meses hemos lanzado algunos productos muy dirigidos a este mundo del Edge Computing como los equipos Vertiv VR Rack, o Vertiv rPDU. Con estas nuevas líneas de producto, disponemos de un portfolio completo para dar la solución tanto indoor como outdoor que pueden necesitarse en estos centros de datos.

Puesto a que se va a producir una gran variación en el paradigma de los centros de datos, e incluso en la forma en la que se van a comercializar los productos, y en la forma en cómo se va a desarrollar el mercado de Edge van a entrar en juego los partners; aquellas empresas que sean capaces de dar soluciones a los clientes finales para crear los microcentros de datos y la red distribuida que van a necesitar para manejar esos centros de datos.

Por lo tanto, toda nuestra estrategia de partners de canal ahora mismo es vital para la compañía junto con nuestro porfolio. No basta solo con tener el producto sino que se necesita la forma de comercializarlo en este mercado diferente en el que nos encontramos, y que habrá que ver hacia donde va.

¿Cuáles fueron los resultados grosso modo más destacados de las encuestas realizadas sobre el impacto de la nube e IoT?

Lo principal que se está viendo en el informe de 451 Research es que de las 700 empresas encuestadas, un 98 por ciento tiene ya un proyecto de IoT. Por lo menos, como mínimo, mediante prototipos.

Debemos tener en cuenta que todas estas empresas que han sido encuestadas, son clientes de centros de colocation, es decir, son empresas que ya han dado el paso, en mayor o menor medida, hacia externalizar sus recursos informáticos. Pero la gran mayoría de ellas han afirmado que el volumen de datos creciente que vayan adquiriendo gracias a aplicaciones IoT, no lo van a almacenar en centros propios sino que van a utilizar servicios de nube pública o de nube privada para almacenarlos.

En el informe quedan reflejados dos puntos a destacar:

El primero es que la nube va a seguir creciendo de forma imparable. La mayoría de los encuestados, o trabajan ya en la nube y van a seguir creciendo en esa dirección, o tienen intención de empezar a trabajar allí en los próximos años. Es una tendencia clara.

Otro punto del que ya hemos hablado y ha quedado muy claro en el informe es que el IoT y el Edge Computing van a crecer exponencialmente también en los próximos años, y va a cambiar la forma en la que entendemos el mercado de los centros de datos en este momento. Esto se debe a la necesidad de crear multitud de microcentros de datos distribuidos por el perímetro de la red para dar un primer nivel de computación de baja latencia cerca de donde se generan los datos.

El informe ha sacado a la luz también un detalle muy importante, y es que en el pasado ha habido otro tipo de estudios, elaborados por otros investigadores, que pronosticaban que como consecuencia de la implementación del cloud computing, la demanda de espacios alquilados de centros de datos iba a decaer debido a que las empresas iban a dejar de tener sus propios centros de datos y los iban a externalizar.

Pero este informe viene como mínimo a matizar e incluso a rebatir esa conclusión, porque parece que esas previsiones anteriores no estaban teniendo en cuenta el hecho de que los proveedores de cloud, a su vez, tienen que alojarse en algún sitio, y normalmente son centros de colocation; y tampoco se tuvo en cuenta el increíble crecimiento en el volumen de datos que se genera y que hay que almacenar.

A su vez, el informe también rebate la idea de que la externalización iba a traer como consecuencia una reducción en el espacio de metros cuadrados o de kilovatios de los centros de datos.

Por otro lado, en todo este proceso de externalización o de pasar al cloud se habla mucho de que dos parámetros que están frenándola de forma importante en algunos países es: en primer lugar, la reglamentación con respecto a la propiedad de datos y al manejo de los mismos; y en segundo lugar a la posible falta de seguridad del cloud. Es vital que las grandes compañías de cloud sean capaces de demostrar que los datos que alojan están seguros y no van a ser mal utilizados por agentes externos a la compañía.

Si pudieran dar un único consejo a las empresas que están en un proceso de transformación digital ¿Cuál sería?

El tema de la transformación digital es siempre bastante complicado y duro y puede suponer muchos problemas. Muchas veces para llevar a cabo la transición digital hacia nuevos sistemas puede dar muchos dolores de cabeza a las empresas.

Para mí, el consejo principal que le podemos dar a una compañía que decide llevar a cabo una transformación digital, es que va a ser un proceso difícil, pero que a la vez va a marcar su futuro. Por ello, es fundamental que se ponga en manos de compañías expertas y se deje ayudar y aconsejar por otras compañías que ya lo hayan realizado, conozcan cómo se hace, y que sean capaces de darles una solución global a todo el proceso; ya que de intentar hacerlo de forma autónoma o por parches, no conseguirán el resultado que esperan.

En Vertiv solemos hablar de que nos encontramos en un proceso de transición desde la economía del petróleo del S.XX, a la Economía del Dato del S.XXI. Por tanto, esta digitalización de las empresas responde a este proceso de transición y de cambio. Y de esta nueva economía en la que nos encontramos, las fábricas del siglo pasado, son nuestros centros de datos; y lo que era el petróleo del siglo XX, hoy en día son los datos. Sin embargo, algo que se nos olvida de los datos es que siempre tiene que haber una infraestructura detrás que no se puede infravalorar. Esto lleva a que muchas empresas que no conocen bien la materia puedan pensar, o sientan, que la transformación digital es un proceso que no tiene mucha repercusión a otros niveles. Pero no es así, porque detrás de cualquier dato almacenado, siempre hay una infraestructura de centros de datos detrás. Y que ésta esté protegida y siempre funcionando, es vital.

Pero también es importante mirar la situación no solamente en el hardware o el software, sino como un cambio cultural en la empresa y que todos los procesos deben ir de la mano unos con otros para que funcione.

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Puede descargar el informe completo “El impacto de la nube y del internet de las cosas en la demanda de centros de datos” a través del siguiente enlace.