Cuando ocurren situaciones imprevistas: desastres naturales como la borrasca 'Filomena', huracanes, terremotos… o algo tan único como la pandemia del Covid-19, las infraestructuras de misión crítica se vuelven más necesarias que nunca. Pero también son sometidas a especial tensión por la necesidad extrema de sus servicios. ¿Cómo se gestiona un Data Center en una situación como esta?
En esta entrevista a Guillermo Benito, CTO de Nabiax, descubrimos todos los factores que intervienen ante situaciones como estas desde la perspectiva del ejecutivo.
Guillermo Benito cuenta con 20 años de experiencia en compañías de telecomunicaciones y Data Centers, nacionales e internacionales, ingenierías y consultoras. Algunas de sus experiencias más destacadas son las de CTO en Interoute y Operations Manager en Tyco (luego adquirido por TATA), así como sus posiciones de Gerente de Unidades de Negocio en Altran y Amaris.
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¿Qué necesita una Centro de Datos para resistir a las situaciones más imprevisibles causadas, por ejemplo, por desastres naturales?
Hay múltiples factores a la hora de valorar las necesidades de un Centro de Datos. Durante 2020 y el principio de 2021 hemos visto distintas situaciones que han requerido de soluciones diferentes.
Desde luego, es absolutamente imprescindible que la infraestructura construida tenga la capacidad de soportar las inclemencias meteorológicas habituales en la zona, como pueden ser huracanes en Miami o calor continuo en Madrid. El diseño y la posterior construcción del Centro de Datos debe contemplar estas situaciones.
Esto es extensible a la redundancia de la alimentación eléctrica, los sistemas de climatización y los sistemas de seguridad y control. La necesidad primordial es que el Centro de Datos siga en funcionamiento constantemente. Para ello, hay que realizar actividades de mantenimiento periódicas que aseguren que todos los sistemas estén perfectamente operativos.
Ante eventos tan imprevisibles como la pandemia, hay que contar con protocolos establecidos muy rigurosos para los equipos humanos y técnicos. Es, sin duda, la forma de mitigar cualquier riesgo operativo y evitar una interrupción en el servicio.
¿Cómo son los protocolos que siguen las empresas de Centros de Datos cuando sucede un evento inesperado como un desastre natural?
En este caso habría que señalar que existen desastres naturales inesperados y otros previsibles y se pueden considerar al menos en parte en la operativa del centro.
Si tomamos, por ejemplo, nuestro centro de datos de Miami, sabemos que desde junio a noviembre se sufre la temporada de huracanes en la zona. Con antelación se realizan controles exhaustivos y un aprovisionamiento de todo lo necesario para mantener la operación del centro, así como la subsistencia de las personas que allí trabajan. Es un control exhaustivo para esa situación concreta, adicional a las revisiones y mantenimiento periódicas.
Para los casos de desastre natural inesperado, la mitigación la aporta ese mantenimiento regular y el conocimiento de los equipos humanos, a la vez que la certeza de que el centro cuenta con todos los elementos necesarios: reservas de comida, espacio para descanso, diferentes accesos, garantizando, por supuesto, la seguridad física del trabajador y del centro.
Los primeros meses de pandemia con el cierre perimetral y el confinamiento en nuestras casas supuso un cambio radical no solo para las personas, sino también para las empresas de Centros de Datos, ¿cómo valora el trabajo que se llevó a cabo para hacer posibles los nuevos picos de demanda que se vivieron durante esos meses?
Durante la pandemia, los Centros de Datos han demostrado ser un sector especialmente crítico y cuyo funcionamiento es esencial.
Si ponemos como ejemplo el teletrabajo, que ha sido la tónica general durante el periodo de confinamiento domiciliario, se puede afirmar en gran medida que, gracias a los Centro de Datos, todas estas plataformas han seguido funcionando sin incidencias, pese a haber una demanda mucho mayor de sus servicios.
En el caso concreto de Nabiax, experimentamos un incremento del tráfico de entre el 20% y el 30%. Incluso con esta mayor demanda, nuestros centros han seguido funcionando sin afecciones en el servicio.
Por ello, y pese a que sigue siendo una situación complicada, haría una valoración positiva del comportamiento de las infraestructuras, que han podido seguir dando el mejor servicio. Pero, sobre todo, destacaría el intenso trabajo de las personas que lo hacen posible, manteniendo los centros operativos, desde los técnicos más especializados hasta el personal auxiliar.
¿Qué aprendizaje ha obtenido de todo lo que está pasando?
Lo que estamos viviendo sigue siendo una fuente de retos y aprendizajes. Es cierto que durante los primeros meses de la pandemia hubo momentos de mayor dificultad, sobre todo, por la inmediatez de la situación y el hecho de ser algo inédito, con una gravedad no ponderable en ese momento.
No obstante, cualquier situación excepcional obliga a perfeccionar nuestros protocolos, basándonos en las lecciones aprendidas durante el evento, centrándonos en dos puntos principales: el funcionamiento de los Centros de Datos, desde un punto de vista estrictamente técnico, y la mencionada seguridad para las personas que trabajan en nuestras instalaciones y para aquellas que las visitan.
En este sentido, no cabe duda de que la experiencia adquirida durante esta época nos servirá para el futuro, al haber desarrollado procedimientos excepcionales que han pasado a integrase en la operativa de cada Centro de Datos y que se aplicarán inmediatamente en caso de enfrentarnos a una situación similar en el futuro.