Se acerca la próxima edición de Connect Cancún, uno de los eventos más destacados en el ámbito de los Data Centers, que reúne a más de 800 profesionales de las empresas más influyentes de la industria en Latinoamérica. Entre ellos se encuentra Antonio Hobmeir, Dirección de Gestión de Infraestructura de TIC - DGI en DATAPREV, quien gentilmente nos ha brindado una entrevista adelantando algunos de los temas que explorará en detalle durante nuestro evento.

En algunos mercados como el norte-americano y el europeo algunas empresas están decidiendo traer parte de las cargas de vuelta on-premise, una acción que va en contramano de la tendencia del cloud-only. ¿Vemos esta tendencia en LATAM en los días actuales o en el futuro a corto/medio plazo?

Sin duda, es una tendencia que deberíamos observar en un futuro cercano en LATAM. Desde mi perspectiva, esta tendencia es el resultado de la madurez en la adopción de la nube. Cuando las organizaciones comienzan a abordar temas más sofisticados como la estrategia tecnológica y la gobernanza, es cuando el tema de la gestión de riesgos en la nube pública comienza a surgir.

Indudablemente, las nubes públicas son una excelente solución para lograr escalabilidad, agilidad e implementaciones innovadoras. Sin embargo, no son la solución para todos los casos. Existe un conjunto de soluciones digitales en las que cuestiones estratégicas como la continuidad del negocio, la soberanía y el control de los datos superan los beneficios técnicos y financieros de las nubes. Por lo tanto, vemos que países pioneros en la nube están migrando hacia una estrategia de nube híbrida.

¿Cuáles son las principales razones por las que las empresas pueden considerar la repatriación de datos y cargas de trabajo desde la nube al on-premise?

Las empresas y los gobiernos deben reconsiderar el uso exclusivo de nubes públicas para aquellos servicios digitales que presenten riesgos corporativos y de soberanía. En otras palabras, cuando los datos o las transacciones sean esenciales o críticos para su organización o estado, se debe considerar llevarlos a cabo en las instalaciones locales (on-premise) para tener un mejor control y gobernanza sobre ellos, incluyendo cuestiones como la independencia tecnológica.

¿Cuáles son los beneficios y desafíos de adoptar una estrategia híbrida que combine la nube y el on-premise en comparación con un enfoque "cloud-only"?

En primer lugar, al habilitar una estrategia híbrida, no se debe perder el enfoque en tener productos que sean aptos para funcionar en la nube; ejecutar en un entorno de nube debe ser una premisa para sus productos. De esta manera, la empresa realmente tendrá un entorno integrado que pueda aprovechar lo mejor de ambos escenarios (local y en la nube), manteniendo su gobernanza y soberanía, y aún así aprovechando las ventajas de las nubes públicas.

El mayor desafío es lograr construir un entorno interno tan resiliente y moderno como el que se encuentra en las nubes públicas; de lo contrario, la estrategia tendrá poca efectividad, recordando que en este entorno local es donde se encuentran los servicios más relevantes de la organización.

¿Qué tipos de cargas de trabajo son más adecuados para permanecer en la nube y cuáles son más adecuados para el on-premise? ¿Por qué?

Creo que en la infraestructura local (on-premise) se deben priorizar las cargas de trabajo que involucren los datos y las transacciones de negocio más relevantes para la compañía, las cuales deben mantenerse bajo un control total en términos de dónde y cómo se operan, incluyendo la capacidad de mantener independencia tecnológica. Por otro lado, en las nubes públicas, se deben alojar todos los demás datos y transacciones en los cuales la eficiencia tecnológica y los costos prevalezcan sobre su valor estratégico.