Por John Kehoe, vicepresidente ejecutivo de Fabricación de Involta


En la era de la Cuarta Revolución Industrial, las empresas manufactureras, tanto grandes como pequeñas, se están embarcando en un viaje transformador sin precedentes, reimaginando las operaciones y redefiniendo los límites mismos de lo que se puede lograr.

Las tecnologías disruptivas, como el big data, el Internet de las cosas, la inteligencia artificial, la realidad virtual y aumentada y la fabricación aditiva, están impulsando la innovación y la digitalización como nunca antes.

De hecho, se podría decir que en Estados Unidos la industria manufacturera está a punto de recuperarse, y muchos de los recientes auges en la fabricación estatal están disminuyendo la dependencia extranjera del sector, al tiempo que estimulan la economía, estabilizan las cadenas de suministro y crean nuevos empleos bien remunerados.

Tomemos como ejemplo Arizona, donde el 70 por ciento de los proyectos en tramitación de la Autoridad de Comercio de Arizona están relacionados con la manufactura. Aquí, el estado se ha convertido en un destino de fabricación de alta tecnología y debe esta designación a las inversiones estatales y federales, junto con un fuerte énfasis en la educación y la creación de una sólida reserva de talentos en todo el estado del Gran Cañón.

En todo el país, en Iowa, la Universidad Estatal de Youngstown unió fuerzas con la Universidad del Norte de Iowa y el Centro Nacional de Fabricación y Mecanizado de Defensa para lanzar una importante iniciativa tecnológica de Industria 4.0. Estos son sólo algunos de los pasos que los estados están tomando para impulsar esta próxima (y futura) revolución.

Si se combinan estos ejemplos regionales con las novedosas innovaciones actuales, el juego para los fabricantes cambiará para siempre. Desde mejorar significativamente su eficiencia, seguridad y productividad hasta permitirles alcanzar los objetivos de la Industria 4.0 con grandes inversiones gubernamentales e impulsar un grupo de talentos capacitados listos para comenzar a trabajar en la planta de fabricación. Un nuevo amanecer se avecina en este sector de importancia crítica.

Como prueba, según un estudio reciente de Mordor Intelligence, se espera que la transformación digital en la fabricación crezca de casi 308 mil millones de dólares en 2023 a más de 733 mil millones de dólares en 2028.

Fabricación de próxima generación

A medida que se desarrollan nuevas innovaciones a la velocidad del rayo, que afectan casi todos los aspectos de las operaciones de fabricación, los fabricantes están aprovechando estas tecnologías emergentes para optimizar y mejorar sus equipos, el diseño de productos, la experiencia del usuario final, los esfuerzos de sostenibilidad y más. Dos de las principales tecnologías disruptivas que están racionalizando las operaciones y dando a los fabricantes una ventaja competitiva son la IoT y la IA.

El IoT (Internet de las Cosas) tiene el factor TI y está revolucionando la industria manufacturera de maneras antes inimaginables. Al conectar máquinas, equipos y sistemas de TI a Internet, los dispositivos de IoT recopilan datos continuamente y ofrecen información valiosa sobre los procedimientos de producción.

Después, los datos recopilados de los dispositivos IoT se procesan y se convierten en un formato fácil de usar para que los gerentes tomen decisiones más rápidas y mejor informadas, lo que conduce a una mayor eficiencia en todas las operaciones.

Abundan los casos de uso para IoT, incluido el monitoreo del estado de las máquinas, el mantenimiento predictivo, la gestión de energía, la optimización de la cadena de suministro, el control de calidad, las mejoras de seguridad y mucho más.

El potencial de esta tecnología es infinito y su uso en todo el sector manufacturero se está expandiendo rápidamente. Según Fortune Business Insights, el mercado mundial de fabricación de IoT estaba valorado en casi 28 mil millones de dólares en 2018 y se prevé que alcance más de 136 mil millones de dólares para 2026.

La inteligencia artificial ofrece ventajas reales y está arrasando en la industria manufacturera (y en el mundo). Lo que alguna vez fue una idea que solo se veía en películas de ciencia ficción, ahora se ha convertido en una realidad y está beneficiando significativamente a los fabricantes.

Por ejemplo, los fabricantes están mejorando la eficiencia con la ayuda de robots autónomos capaces de aprender múltiples tareas, detectar y evitar obstáculos y levantar objetos pesados ​​para facilitar el trabajo de los humanos.

Las empresas industriales también están utilizando la IA, junto con la IoT, para comprender mejor maquinaria o procesos complicados a través de gemelos digitales. Al crear un modelo virtual de un objeto físico, los equipos pueden monitorear el desempeño y realizar ajustes para una mejora continua.

Algunos fabricantes también confían en la inteligencia artificial para analizar los patrones de compra de los consumidores y predecir cuándo aumentar la producción y cómo prevenir mejor los desafíos del inventario y la cadena de suministro. Estos increíbles avances son sólo el comienzo.

Según IIOT World, el 81 por ciento de las empresas cree que la IA produce mejores resultados. Es más, se estima que el mercado de la IA en la fabricación alcanzará casi los 54 mil millones de dólares para 2030, con una tasa de crecimiento anual compuesta excepcional del 47 por ciento, según Market Research Future.

Otras tecnologías a las que hay que estar atentos incluyen la realidad aumentada y la impresión 3D, que pueden ayudar a los fabricantes a diseñar modelos realistas y prototipos virtuales de productos, maquinaria y más.

La optimización digital va más allá de la adopción de nuevas tecnologías

A medida que los fabricantes adoptan este nuevo amanecer y la optimización digital, queda claro que va mucho más allá de simplemente "conectar" nuevas soluciones. Fundamentalmente, los fabricantes están evolucionando hacia negocios digitales donde casi todos los aspectos de su negocio están pasando por algún tipo de transformación digital.

Según Statista , los principales objetivos de la digitalización abarcan una amplia gama de áreas, incluidos servicios digitales, comercio electrónico, portales de clientes y análisis de datos. Es una nueva forma de operar y pensar, y una metamorfosis de esta magnitud requiere una estrategia de optimización digital integral y sólida que incluya evaluaciones exhaustivas de la infraestructura, incluido el socio de centro de datos adecuado para respaldarla.

Un plan de digitalización eficaz garantiza que la infraestructura, las herramientas y los equipos de TI actuales estén equipados para escalar a medida que el negocio se expande y surgen más tecnologías nuevas. También permite a los fabricantes seguir siendo productivos y rentables durante la transición.

Pero antes de embarcarse en este viaje o acelerar hacia nuevas alturas, los fabricantes están analizando más de cerca su infraestructura de TI y sus centros de datos (locales o ubicados) para solidificar las brechas de activos clave y determinar si los sistemas que deben optimizarse deben reemplazarse o moverse al Edge o a la nube. Sin embargo, este es un negocio arriesgado.

La digitalización y la adopción de múltiples tecnologías nuevas conlleva riesgos imprevistos. A medida que los fabricantes recurren a identificar posibles vulnerabilidades en sus redes de TI e instalaciones de centros de datos, contar con el socio de TI adecuado es esencial.

Nada se arriesga, nada se gana

La adopción de la IA, el IoT y otras tecnologías emergentes en el sector manufacturero es, en última instancia, la clave del futuro, especialmente a medida que se desarrollan y amplían cada vez más plantas de fabricación a nivel nacional.

Mejorar el talento y educar a la próxima generación sobre las capacidades y el poder de estas tecnologías no es negociable, y aunque todavía hay escasez de talento y habilidades, las regiones están dando un paso al frente a medida que nos avanzamos hacia el futuro.

Los fabricantes que no se aventuren en esta dirección, quedarán obsoletos.

El futuro de la fabricación es brillante

Para tener más seguridad de que esta industria se dirige a un regreso y a romper con la dependencia extranjera, en Boise, Idaho, donde estoy sentado en un centro de datos escribiendo este artículo, Micron comenzó oficialmente a construir la primera instalación de fabricación de chips de memoria en los EE.UU. en 20 años. Con ello se generan 17.000 puestos de trabajo.

Esta metamorfosis manufacturera es lo que ayudará a impulsar la economía estadounidense, y los centros de datos desempeñarán un papel protagonista a la hora de cerrar la brecha entre el pasado y el sector manufacturero del futuro impulsado por la IA.

Y el futuro es brillante.