En los últimos años, las baterías de iones de litio han encontrado la forma de convertirse en una de las principales tecnologías de almacenamiento de energía en el sector mundial de los centros de datos, ya que los operadores buscan soluciones para reducir su huella de carbono y su consumo de energía frente a las baterías de plomo-ácido, los generadores diésel y otras tecnologías implantadas tradicionalmente.
Según el informe Frost & Sullivan Analysis of Lithium Ion Battery in Data Centres citado por Data Centre Dynamics, mientras que en 2020 las baterías de iones de litio representaban el 15% del mercado de baterías para centros de datos, en 2025 deberían representar el 38,5% de ese mercado. Ocupar menos espacio, ser más ligeras, requerir menos mantenimiento y ofrecer una mejor protección medioambiental se incluyeron como ventajas de las baterías de iones de litio frente a las baterías VRLA tradicionales, lo que las convierte en una opción cada vez más popular.
Según Statista, el volumen de datos generados en todo el mundo superará los 180 zetabytes en 2025, lo que supone un crecimiento medio anual de casi el 40% en cinco años.
Este enorme aumento del tráfico de datos ha llevado a las baterías de iones de litio a convertirse en una fuente alternativa viable para la energía almacenada en los centros de datos, debido a su mejor rendimiento, flexibilidad de uso y menor coste total de propiedad (TCO) en comparación con las baterías de plomo-ácido reguladas por válvula (VRLA).
El estudio "The Advantages of Using Lithium-Ion Batteries as a Backup Power Source in Single-Phase UPS Applications for Remote and Edge Data Centres" concluye que las baterías de iones de litio tienen mayor fiabilidad y disponibilidad, son un 60% más ligeras, tienen mayor densidad de energía y potencia, resisten hasta 10°C más que las baterías VRLA y tienen el doble de vida útil. La comparación del coste total de propiedad (TCO) de un SAI de 1500 VA con baterías de iones de litio con una alternativa VRLA mostró un TCO estimado un 41% inferior para el SAI que utilizaba baterías de iones de litio.
La oportunidad del litio en América Latina
Según datos del Servicio Geológico de Estados Unidos, los recursos de litio han aumentado sustancialmente en todo el mundo y suman alrededor de 86 millones de toneladas, 52,9 millones de las cuales se encuentran en Bolivia, Argentina, Chile, México y Perú (más del 61% de las reservas mundiales de litio).
La importancia que el litio está asumiendo en los centros de datos, y en el esquema de transición energética de las industrias en general, representa una importante oportunidad para la industria minera en América Latina. Según el BID, las exportaciones del mineral ya representan más del 50% de las exportaciones de países como Chile y Perú.
Este nuevo interés mundial ha provocado que los precios del litio se hayan disparado más de 11 veces en los últimos dos años, pasando de 6.000 dólares por tonelada en marzo de 2020 a más de 70.000 dólares en su pico máximo en 2022.
Más crecimiento exige más innovación y valor
Para la industria minera regional, este escenario representa sin duda una ventaja comercial, especialmente si se fortalece el valor de la cadena de suministro, para lo cual es necesario invertir en Investigación y Desarrollo (I+D) con el fin de identificar oportunidades en este campo.
Según el BID, los proveedores de litio pueden captar segmentos más amplios de la cadena de valor añadiendo conocimientos técnicos y científicos a sus operaciones a través de la biotecnología, los nuevos materiales, las tecnologías de la información y la comunicación y la automatización.
Al mismo tiempo, esta innovación representa nuevas oportunidades para la industria de centros de datos, ya que es esta última la que tiene la capacidad de proporcionar el almacenamiento, procesamiento y control de los datos generados a través de estas tecnologías.
Aquí vemos un esfuerzo combinado entre las dos industrias, cada una de las cuales potencia ahora a la otra. Por un lado, el litio es un activo esencial para el desarrollo de los centros de datos y el almacenamiento energético de los mismos, por lo que su extracción será pronto imprescindible; por otro, el crecimiento de la industria minera proyectado para nuestra región hace cada vez más necesaria su digitalización y automatización para aumentar aún más su eficiencia.
En respuesta a esta tendencia y a la necesidad de suministrar energía a los centros de datos, los fabricantes de este tipo de instalaciones tratan de innovar soluciones alternativas para los sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) con baterías de iones de litio.
