Por Tod Higinbotham, director de operaciones de ZincFive


La seguridad en los centros de datos va más allá de las preocupaciones inmediatas del tiempo de actividad y la protección de datos; abarca aspectos tales como posibles riesgos de incendio, riesgo de daños al equipo y daños ambientales causados ​​por fugas tóxicas.

Los sistemas de suministro de energía ininterrumpida (UPS) de los centros de datos desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar una energía de respaldo confiable, y algunas químicas de baterías son más seguras que otras.

La elección de la química de la batería no solo afecta la eficiencia y la longevidad de estos sistemas críticos, sino que también juega un papel importante en la definición de su perfil de seguridad.

En esta búsqueda de un almacenamiento de energía confiable y seguro, las diferentes químicas de las baterías presentan diferentes compensaciones. Por ejemplo, muchos operadores de centros de datos se han inclinado tradicionalmente por las baterías de plomo-ácido por su familiaridad y sus conocidos riesgos de seguridad.

Durante la mayor parte de la historia de la industria, los productos químicos de plomo-ácido han sido la única opción. Recientemente, las baterías de iones de litio se han adoptado más ampliamente en la industria, pero existe preocupación por la fuga térmica, en la que el calor de la batería puede acumularse más rápido de lo que se puede disipar.

Las normas y códigos contra incendios de la NFPA describen pasos claros de mitigación, incluidas restricciones de colocación de baterías de litio, así como la instalación de equipos adicionales de prevención de incendios, ventilación y control de explosiones. Estos requisitos pueden motivar a algunos operadores de centros de datos a seguir con su opción tradicional de baterías de plomo-ácido.

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– ZincFive

Sin embargo, las baterías de plomo-ácido tienen otros inconvenientes: mayores necesidades de mantenimiento, menor eficiencia, una vida útil más corta y menos confiabilidad que las baterías de almacenamiento más nuevas. Además, plantean sus propios riesgos de seguridad: posibilidad de hinchazón, grietas, ventilación debido al sobrecalentamiento y posibles fugas de electrolitos.

Afortunadamente, los productos químicos más nuevos están rompiendo este dilema: ofrecen mayor seguridad y la conveniencia de un reemplazo directo del plomo-ácido, sin la necesidad de costosas adaptaciones ni equipos adicionales relacionados con la seguridad.

Una alternativa, las baterías de níquel-zinc (NiZn), están hechas de materiales abundantes y no sufren un desequilibrio térmico. Esta ventaja de seguridad reduce el riesgo del sitio, lo que aborda posibles preocupaciones sobre seguros y facilita el proceso de aprobación por parte de las autoridades competentes (AHJ).

Como resultado, las baterías de NiZn no necesitan el equipo de seguridad para nuevas instalaciones ni las modificaciones necesarias para las baterías de iones de litio. En cambio, son un reemplazo conveniente para las baterías de plomo-ácido en los centros de datos.

Los beneficios de las baterías de níquel-zinc también se extienden más allá de la seguridad: ofrecen una mayor densidad de potencia que las baterías de plomo-ácido y de litio, lo que permite almacenar más energía en un espacio más pequeño que ahorra espacio valioso en los centros de datos. También son más confiables, más duraderas y más sostenibles que otras sustancias químicas, lo que hace que las baterías de NiZn sean una excelente opción para los sistemas UPS de los centros de datos.

Garantizar la seguridad del centro de datos es crucial para proteger la infraestructura y los datos valiosos. Las baterías de níquel-zinc son una alternativa convincente para abordar muchos de los problemas de seguridad asociados con los tipos de baterías tradicionales, prometiendo perfiles de seguridad superiores y una instalación sencilla junto con mayor eficiencia, sostenibilidad, confiabilidad y longevidad. Son una opción sólida para que los operadores allanen el camino hacia un futuro más seguro en el almacenamiento de energía de los centros de datos.