La ciudad de París está lanzando su propio centro de datos para alojar sus servicios digitales. El centro de datos será operado por empleados de la ciudad, por lo que la capital francesa planea controlar su destino digital de punta a punta. Se trata de mantener el control de los datos públicos, brindar servicios más confiables y reducir el impacto ambiental; además el centro de datos está inyectando agua caliente del sistema de enfriamiento de agua en el sistema de calefacción de los edificios residenciales de al lado.

"Queremos poder decirles a los ciudadanos dónde están sus datos, queremos ahorrar algo de dinero y queremos algo de estabilidad al evitar movimientos regulares", ha dicho el jefe de TI de París, Joachim Labrunie.

París ha invertido casi 16 millones de euros en este nuevo centro de datos. Los funcionarios de la ciudad esperan que no tengan que abrir otro centro de datos o mudarse a otro durante los próximos 50 años.

Se trata de un centro de datos de nivel 3, lo que significa que esperan al menos el 99.982% del tiempo de actividad. Todo es redundante, desde el poder hasta el enfriamiento e internet, y hay un generador gigantesco en caso de que todo falle.

París ya ha terminado de migrar todos sus servicios digitales. La compañía va a alquilar un espacio para organizaciones públicas, como las organizaciones a cargo de viviendas sociales (Paris Habitat), hospitales públicos (APHP) y distribución de agua (Eau de Paris). Por supuesto, la ciudad es competitiva cuando se trata de precios, lo que también debería ahorrar algo de dinero público.

Los propios funcionarios saben que es un proyecto extraño. No creen que todas las grandes ciudades deban construir sus propios centros de datos.

"Este proyecto funciona porque la ciudad ya tiene talento para construir, operar y administrar un centro de datos", ha dicho el teniente de alcalde de París a cargo del presupuesto, Emmanuel Grégoire.