Durante la pasada semana OVH tuvo que enfrentarse a dos problemas aislados en sus data centers en dos localizaciones distintas en Francia, y que supusieron un corte en los servicios de sus clientes.
Por una parte, se produjo un problema eléctrico en las instalaciones de la compañía en Estrasburgo, lo que dejó sin alimentación eléctrica a tres centros de datos (SBG1, SBG2 y SBG4).
Por otra parte, una
falla de software hizo que cayera la red de fibra óptica
en su data center de Roubaix, Francia.
El CEO y presidente de la compañía, Octave Klaba, mantuvo a los clientes al tanto de lo que ocurría en todo momento
a través de Twitter.
"Lo
lamentamos sinceramente. Acabamos de experimentar dos eventos simultáneos e independientes que han afectado a todos
los clientes de RBX entre las 8:15 a.m. y las 10:37 a.m. y a todos los clientes
de SBG entre las 7:15 a.m. y las 11:15 a.m” del pasado 9 de noviembre.
En una publicación detallada explicando la causa de la falla eléctrica en Estrasburgo, Klaba declaró: "¿Por qué esta caída? ¿Por qué SBG no soportó una falla de energía simple? ¿Por qué no podría toda la inteligencia que desarrollamos en OVH evitar esta catástrofe?
"Una respuesta rápida: la red eléctrica de SBG heredó todos los defectos de diseño que fueron resultado de las pequeñas ambiciones esperadas inicialmente para esa ubicación".
De hecho, según continuaba el post, dos de las tres instalaciones (SBG1 y SBG4) que se construyeron a toda prisa (dos meses para SBG1) mediante contenedores no permitieron implementar una redundancia estándar.
Además, las instalaciones no estaban equipadas con alimentación eléctrica dual, y SBG1 y SBG2 no contaban con redes eléctricas separadas. Esto, según OVH, es excepcional en la ubicación de Estrasburgo.
Como resultado de la interrupción, la compañía planea gastar entre 4 y 5 millones de euros en una alimentación eléctrica alternativa de 20 MVA, separando las instalaciones en redes eléctricas distintas, y migrando a los clientes cuyos servidores están localizados en las estructuras de contenedor (SBG1 y SBG4) a las instalaciones SBG2 y SBG3, antes de desinstalar por completo las otras infraestructuras.
Al mismo tiempo, la red de fibra óptica de la compañía se cortó en su instalación de Roubaix, que tiene puntos de interconexión en París, Frankfurt, Ámsterdam, Londres y Bruselas, debido a un error de software en el equipo óptico, lo que "provocó que la configuración se perdiera y la conexión se cortara".
El problema se resolvió cargando la copia de seguridad de la configuración del software tan pronto como se identificó el problema.
Klaba aseguró a los clientes que la compañía estaría en contacto con los fabricantes para identificar el motivo del error. "Pueden ocurrir errores, pero no incidentes que afecten a nuestros clientes".