Para que las empresas crezcan en la era de la economía digital, deben tomar decisiones inteligentes con respecto a las inversiones en infraestructura digital. Es decir, no sólo tienen que optimizar el flujo de trabajo para, consecuentemente, aumentar la eficiencia y velocidad de producción, sino también garantizar la calidad y rendimiento de los productos digitales durante todo el ciclo de vida. Para ello, apostar por la nube y aprovechar todo su potencial resulta fundamental, sobre todo en este momento, donde las compañías necesitan encontrar esas ventajas que las posicione por delante del resto de competidores del mercado.

Pero, ¿por qué? ¿Cómo hace el cloud más competitivo a las empresas? ¿Qué beneficios se obtienen por desplegarse en ella? DE-CIX responde a estas preguntas desgranando 3 beneficios principales.

1. Conectarse directamente a las nube acelera los servicios en la misma

Más de una vez se ha escuchado decir que "la latencia es la nueva moneda" y damos por hecho que esto es así: cuanto menor sea la latencia, más rápido será el tiempo de respuesta, y mejor será el rendimiento de las aplicaciones en la nube y la experiencia del usuario. Latencia significa retraso, es decir, el tiempo que tarda un paquete de datos en viajar desde un dispositivo conectado a internet hasta un servidor y viceversa. Acortar, en este sentido, el camino entre la red corporativa y la nube ayudará a mejorar el rendimiento no sólo de las aplicaciones empresariales, sino también de aquellas orientadas al cliente. En este sentido, la interconexión directa y las rutas de datos cortas aceleran el trabajo en la nube.

1. Una conexión directa con la nube añade mayor control

Una conexión directa de la infraestructura de la empresa a las redes, también presenta grandes ventajas en términos de seguridad. Sin embargo, utilizar la internet pública para ello puede ser arriesgado porque no hay forma de controlar la ruta que toman los datos. En cambio, si se establece una conexión directa entre las redes ayudaría a evitar una ‘ruta larga’ y potencialmente peligrosa a través de la internet pública, se reduciría la latencia y se mejoraría aún más la seguridad. Mediante la conexión directa, además, uno sabe exactamente a través de qué red se está enviando tráfico y cuál es la que lo está recibiendo. Esto permite tener pleno control sobre los flujos de datos y minimizar el riesgo de brechas de seguridad.

Por otra parte, la posibilidad de acceder a cada nube desde múltiples ubicaciones geográficas, a través de una plataforma de interconexión distribuida, ayuda a aumentar la resiliencia y a reducir los tiempos de inactividad causados por cortes eventuales y localizados en algún centro de datos.

1. La conexión directa entre nubes permite trabajar a máxima velocidad

Para que la conectividad en la nube sea mejor, es necesario dar un paso más: habilitar la comunicación de nube a nube mediante un servicio de enrutamiento implementado en un Cloud Exchange.

Para muchos procesos automatizados, es preciso proporcionar datos de una nube a las aplicaciones que se ejecutan en otra nube. Normalmente, la transferencia de datos entre nubes se gestiona transportándolos a la infraestructura corporativa y de ahí al segundo proveedor de servicios en la nube. Dependiendo de lo cerca que esté la red corporativa en la nube, esto supone un desvío considerable de los datos, lo que da lugar no sólo a problemas de latencia sino también a aumento en los costes de la red de retorno de los datos.

El uso de un servicio de enrutamiento en la nube acortaría el camino que deberían recorrer estos datos. Esto se hace interconectando los servicios en la nube directamente con la plataforma de Cloud Exchange, independientemente de dónde se encuentre la propia empresa. Asimismo, el enrutamiento en la nube aceleraría la transmisión y reduciría los costes. De esta forma, la infraestructura corporativa podría seguir conectada directamente a la nube y utilizarse sólo cuando sea necesario.

Interconexión en la nube: superando las barreras para el éxito empresarial

Queda demostrado en los puntos anteriores que cuando la interconexión sucede, se pueden hacer muchas cosas, como aumentar la resistencia de la conectividad, la posibilidad de adoptar un enfoque más global de la conectividad a la nube o establecer sólidos procesos de copia de seguridad y recuperación de desastres utilizando una nube secundaria.

La nube es una herramienta sin límites que ayuda a impulsar la productividad y que puede acelerarse aún más si se utiliza la conectividad adecuada. En este sentido, desarrollar una estrategia de interconexión ayudará no sólo a sacar el máximo provecho de la misma sino también a aumentar los niveles de seguridad, rendimiento y a mejorar el resultado final.

“Hoy en día, un empleado medio utiliza más de 30 aplicaciones basadas en la nube para llevar a cabo su actividad diaria, mientras que el número total de entornos, aplicaciones y cargas de trabajo basados en esta tecnología que son utilizados por las empresas, aumenta hasta superar los cientos”, comentó Ivo Ivanov, CEO de DE-CIX, quien destacó además que “con nubes corriendo a toda velocidad, por medio de la interconexión directa, el cielo es el límite".

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