Madrileña Red de Gas ha trasladado su centro desde una nube privada a la cloud pública de Amazon Web Services (AWS) en tiempo récord. MRG es la tercera distribuidora de gas en España con más de 898.000 puntos de suministro en todo el territorio.

Esta iniciativa tenía por objetivo cubrir las necesidades de crecimiento de la compañía avanzando hacia un modelo flexible de pago por uso en función de su evolución y sus requerimientos de una forma ágil.

El encargado de este proceso de migración ha sido la compañía experta en servicios de consultoría tecnológica SAP en la nube Linke, ya que el 80% del negocio de Madrileña Red de Gas (MRG) está gestionado por sistemas de este fabricante.

Este proyecto afectaba a prácticamente todas las aplicaciones que la compañía tiene en sus entornos de desarrollo y productivos, y se debía garantizar una transición sin impacto en el negocio. Este trabajo ha sido de una gran envergadura ya que se trataba de migrar soluciones muy críticas para la empresa como SAP Utilities (IS-U), el vertical de este fabricante para este sector, o SAP NetWeaver, su plataforma de desarrollo, aprovisionamiento y gestión de aplicaciones en entornos heterogéneos.

El reto y la solución

La compañía creada en 2009 opera en 59 municipios de la Comunidad de Madrid y cuenta con más de un millón de clientes y es ya la tercera mayor compañía de distribución de gas en España por número de puntos de suministro.

MRG ha optado desde el inicio de su actividad por una estrategia de TI basada en un modelo de externalización del centro de datos.

“No somos una empresa que quiera dedicarse a la tecnología ni tampoco ser dueños de activos de informática, con lo cual buscamos una solución integral”, explica su director de Sistemas y Operaciones de Clientes, Glen Lancastle. “Es más justo y beneficioso para la gestión. Pretendíamos conseguir más transparencia y flexibilidad porque las necesidades de uso cambian”, resume Lancastle.

El 90% de la migración ya había sido completada en poco más de dos meses, tras el cual se ha establecido un periodo de estabilización en el que se trabajó fundamentalmente en los retos que suponían ciertas aplicaciones que no estaban preparadas para entornos cloud debido a su arquitectura.

Ambas compañías han sido plenamente conscientes de la complejidad de este proyecto debido a que todavía ha habido pocas migraciones de centros de datos completas, one shot, a la nube pública. “Fue mucho más que un mero procedimiento técnico, y exigió una coordinación entre muchísimos proveedores y departamentos de MRG. Se necesitó, tanto por nuestra parte como por parte de Linke, sensibilidad de negocio”, indica el directivo.

Los beneficios y el futuro

Tras completar el proyecto la compañía ha quedado satisfecha. “Estamos donde queríamos estar, en ese momento en el que se hace realidad el motivo por el que queríamos ir a AWS porque lo que realmente nos convenció fue la foto a futuro. Mover la infraestructura a la nube es un punto de partida”, prosigue.

El proyecto además le ha permitido cambiar su modelo de Acuerdos de Nivel de Servicio (SLAs) centrado en la experiencia del usuario y ligado al rendimiento de negocio, lo que le ha supuesto una mejoría y una mayor agilidad a la hora de aprovisionar infraestructura para hacer frente a nuevas necesidades, y tiene previsto optimizar todas aquellas áreas susceptibles de aumentar en escalabilidad, flexibilidad y agilidad.

En este sentido, con Linke como socio, quiere replantear su arquitectura o entrar en el modelo de reservas que ofrece la plataforma cloud para conseguir simplificación y optimización de costes.

En sus planes también figura apoyarse en la nube para impulsar iniciativas de Internet de las Cosas, Machine Learning y otras que aportan ventajas competitivas.