El metaverso se presenta al mercado con una combinación de múltiples características y expectativas. La idea es permitir que el usuario esté presente en Internet y no solo mirándolo. Para soportar el uso masivo de esta plataforma por parte de empresas y usuarios, se requerirá una enorme capacidad computacional e infraestructura de red.

ODATA, proveedor brasileño de servicios de centro de datos, señala que el metaverso necesitará una infraestructura tecnológica masiva, capaz de brindar toda la capacidad de cómputo, almacenamiento y ancho de banda necesarios para hacer realidad todo esto.

“Para que las organizaciones puedan desenvolverse en este entorno, será necesario un largo e importante trabajo de modernización y mejora de los Data Centers, para que sean capaces de soportar todo el tráfico estimado”, opina Victor Sellmer, Director de Marketing y Ventas en ODATA. Los requisitos para habilitar el metaverso son mucho más altos que los requeridos para la mayoría de las aplicaciones y juegos de Internet, por ejemplo, yendo mucho más allá de muchas conexiones modernas.

El metaverso todavía está dando sus primeros pasos para ser una utilidad diaria para las personas, pero según una encuesta de Bloomberg Intelligence, la rama del conglomerado Bloomberg, es probable que se convierta en un mercado de 800 mil millones de dólares para 2024. Por esto, hay grandes empresas invirtiendo en tecnologías que puedan convertir el metaverso en realidad.

Los tres atributos principales de la conectividad (ancho de banda, latencia y confiabilidad) son probablemente sus mayores facilitadores. Las tecnologías que soportan el metaverso generan, consumen y almacenan una enorme cantidad de datos, que crecerán enormemente cada año. A este ritmo, las aplicaciones de Inteligencia Artificial y más sensores, cámaras y dispositivos de IoT se integrarán en el mundo físico que nos rodea, muchos de los cuales estarán conectados en tiempo real a un simulacro virtual sobre el que interatuar de nuevo.

Considerado el futuro de Internet, los juegos en línea, las redes sociales y los dispositivos conectados. Podría ser que el metaverso lo reúna todo, potencialmente, en una combinación fluida de todas estas cosas. Y para habilitarlo, será fundamental la capacidad computacional de los centros de datos, con un servicio de ultraconectividad escalable y resistente.

Se necesitarán equipos de última generación que admitan imágenes 3D, contenido, finanzas y sistemas de comercio en línea. Además, las limitaciones y la capacidad de crecimiento sin duda darán forma a la forma en que diseñamos los productos y servicios del metaverso, así como las respuestas sobre cuándo podemos usarlos y qué podemos hacer allí.