La nube no es un recurso exclusivo para usuarios y empresas privadas. Sus cualidades también encajan con las necesidades de las Administraciones públicas.

Aunque estos organismos suelen asociarse con un mayor inmovilismo, lo cierto es que las necesidades de transformación digital también apremian al sector público. Una de ellas es la adopción de la nube, que la Asociación Española de Usuarios de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (AUTELSI) y Nutanix han analizado en su informe La utilización de infraestructuras en la nube en el sector público.

Según este estudio, la mayoría de las Administraciones españolas (7 de cada 10) cuenta con un plan de modernización tecnológica. Y cerca de un 84 %, si no lo tiene ya, lo ha previsto. De todos estos planes de modernización, tres cuartas partes incluyen las infraestructuras de datos en la nube.

Eso sí, actualmente habría “una amplia asimetría entre quienes utilizan la nube”. Mientras algunos organismos “disponen de servicios principales de manera permanente”, otros cubren “servicios ‘marginales’”.

El porcentaje de entidades públicas con servicios en la nube asciende a un 71,9 %, siendo la nube privada la más popular de todas seguida de la pública y de la híbrida en segundo y tercer lugar. Los usos cloud principales son los de correo electrónico, alojamiento web y almacenamiento. Otras opciones son la ofimática, la compartición de archivos, las copias de seguridad, las aplicaciones de gestión y desarrollo propio, la sede electrónica y la programación o computación.

Pero, ¿qué modalidad es la más adecuada? El sector público muestra más confianza en la nube privada. Así lo admite un 54 % de las entidades encuestadas. Sin embargo, el 61,4 % admite que la híbrida es la que mejor se adapta a sus necesidades.

“Esta diferencia se explica”, según la investigación, “por la mayor experiencia que existe de utilización de la nube privada ante la novedad que supone la nube pública para mucha de ellas, aunque se valore la nube híbrida como una expectativa de futuro por las ventajas que ofrece”.

La seguridad es una prioridad para las Administraciones a la hora de usar la nube, por delante de otras cuestiones como la escalabilidad, el ahorro de costes o la flexibilidad.