Para reducir las emisiones de carbono y frenar los efectos del cambio climático, un nuevo análisis del Boston Consulting Group (BCG) muestra que será necesario invertir 3,5 billones de dólares en tecnologías que aceleren la descarbonización de aquí a 2050. Según la consultora, las instituciones públicas y privadas de todo el mundo deben aunar esfuerzos para configurar el mercado con el fin de incentivar la inversión en nuevas soluciones, como el hidrógeno verde y el acero verde, impulsando y acelerando su desarrollo.

"Tenemos que acelerar el avance de las tecnologías climáticas si queremos alcanzar el objetivo de cero emisiones netas en 2050. Sabemos que este tipo de inversión requiere una cantidad significativa de capital y, en su mayor parte, tiene rendimientos inciertos y a largo plazo para los accionistas. Por eso, las iniciativas colectivas que dirigen el mercado, como la legislación respetuosa con el clima y las coaliciones industriales, reducen los riesgos para quienes invierten capital, ya que aportan más garantías a ambas partes", afirma Luciano Guidolin, director ejecutivo y socio de BCG.

Las estrategias de dirección del mercado son utilizadas por empresas, gobiernos e inversores para orientar el desarrollo de una industria. Mediante la coordinación de acciones, las instituciones implicadas pueden hacer frente a fallos en sus ecosistemas, así como distribuir riesgos y aprovechar el poder adquisitivo en un entorno determinado. En el caso de las tecnologías climáticas, una iniciativa conjunta tiene el potencial de acelerar la "revolución verde" y garantizar la consecución de los objetivos medioambientales mundiales.

El análisis de BCG identifica ocho tecnologías emergentes con potencial para perseguir la agenda de cero emisiones netas más allá de la solar y la eólica: vehículos eléctricos, acero ecológico, cemento ecológico, combustible de aviación sostenible (SAF), captura directa de aire (DAC), hidrógeno bajo en carbono, almacenamiento de energía de larga duración (LDES) y pequeños reactores modulares (SMR). Una vez maduras, y si se adoptan a escala y en combinación, estas tecnologías podrían contribuir hasta 22 gigatoneladas anuales a reducir las emisiones mundiales, alimentando un mercado mundial acumulativo de entre 45 y 60 billones de dólares para 2050.

Un ejemplo proporcionado por BCG es la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022 en Estados Unidos. Ofrece incentivos fiscales a la producción y la inversión en tecnologías climáticas clave, y fomenta el aumento de las instalaciones de captura de carbono y la producción de hidrógeno verde. "El objetivo de estas propuestas es mejorar la relación riesgo-recompensa e incentivar la inversión en las tecnologías más importantes para afrontar la crisis climática. Estos mecanismos podrían cambiar drásticamente la viabilidad económica de la energía verde", afirmó.

El análisis de BCG está disponible en inglés en el sitio web de la consultora.

Reciba las últimas noticias sobre la industria Data Center directamente en su bandeja de entrada

icone-de-courrier-electronique-rouge (1).png