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Microsoft es uno de los diseñadores y operadores de data centers más innovadores. La compañía tiene una red global masiva de centros de datos, muchos de ellos diseñados por la propia organización.

El equipo Global Foundation Services ha lanzado un whitepaper donde aparecen enumeradas las diez mejores prácticas que sigue la compañía para hacer la infraestructura de data center más resistente y eficiente en términos de coste y energía.

El primer consejo de Microsoft es proporcionar incentivos que soporten los objetivos de la compañía. La organización tiene un mecanismo de devolución para los servicios online que proporciona a sus empleados, basado en la cantidad de energía utilizada para proveer esos servicios.

Microsoft también proporciona incentivos a los gestores de centros de datos tanto para las mejoras en disponibilidad como en eficiencia medidas mediante el PUE. Asimismo, cobra a sus unidades de negocio con tarifas por emisiones de carbono.

El segundo consejo de la compañía es enfocarse en el uso efectivo de los recursos. Un data center infrautilizado es igual a capacidad también infrautilizada y de alto coste, como en el caso de UPS, generadores, chillers, etc. Un centro de datos de 12 MW que es utilizado a medias puede significar entre 4 y 8 millones de dólares al año de gastos de capital no aprovechado.

La siguiente recomendación es la virtualización, muy acorde con el consejo anterior. La virtualización puede ser utilizada para mejorar la utilización de servidores e incrementar la eficiencia operativa.

“Al migrar aplicaciones de máquinas físicas a virtuales y consolidar estas aplicaciones en hardware físico compartido, los data centers de Microsoft están incrementando la utilización de los recursos de servidor como la CPU o la memoria”, indicaron los autores del whitepaper.

La siguiente indicación en la lista es aumentar la calidad a través de un programa de cumplimiento integral. Esto supone unir operaciones, tecnologías y procesos en un programa de seguridad y en un marco de control evaluados regularmente por actores externos.

Igualmente importante resulta un proceso de cambio de gestión estandarizado. “Los cambios mal planeados en el entorno de producción pueden tener resultados inesperados e incluso desastrosos, que pueden extenderse al medio ambiente cuando el impacto implica un menor uso energético y otros usos ineficientes de recursos”, indican los autores.

“Los procedimientos estandarizados para la solicitud, aprobación, coordinación y ejecución de cambios pueden reducir de forma importante el número y severidad de interrupciones sin planificar”, añaden.

El sexto consejo es invertir en comprender la carga de trabajo de la aplicación y el comportamiento. Cuanto mejor entiendas las aplicaciones y particularidades del tráfico de tu red, mejor posicionado estarás para mejorar el rendimiento.

Redimensionar correctamente los servidores y las plataformas de red es también clave. Microsoft trabaja con fabricantes de servidores para optimizar los diseños para sus aplicaciones.

Según la compañía, si tu escala es demasiado pequeña para incentivar a un OEM, desarrolla las especificaciones exactas de los servidores que necesites y no compres servidores que excedan esas especificaciones. “Es siempre tentador comprar la última y mejor tecnología, pero solo se debería hacer eso después de evaluar y cuantificar si las ventajas prometidas proporcionan un retorno de la inversión aceptable”, añaden.

Por supuesto, evaluar y probar servidores en cuestiones como rendimiento, energía y coste total de propiedad es fundamental. La filosofía de adquisición de Microsoft está construida en torno al testing. “Nuestro equipo de hardware realiza tests de energía y rendimiento en todos los servidores candidatos y después calcula el coste total de propiedad, incluyendo los costes energéticos”, indican.

Otro consejo es estandarizar lo máximo posible. Cuanto más variada es tu infraestructura, más cara es. Estandarizar conjuntos pequeños de servidores, redes y tecnologías de data center lleva a economías de escala y reduce los costes de soporte.

Finalmente, Microsoft sugiere que hay que aprovechar las ofertas competitivas de múltiples fabricantes. Esto fomenta la innovación y reduce los costes. “La competencia entre fabricantes es algo bueno, lo que Microsoft impulsa a través de análisis continuos de propuestas de múltiples compañías que apuestan principalmente por el precio, la energía y el rendimiento”, concluyen.