Las altas temperaturas del verano no sorprenden a nadie a estas alturas. Durante el mediodía y el principio de la tarde, las familias evitan el calor con diversas estrategias, y entre las más comunes es quedarse en casa haciendo uso de las plataformas de video como Netflix, HBO o Amazon Prime. El que tiene suerte, enchufa el aire acondicionado y, los menos afortunados, un ventilador.
En el otro lado del mundo, los actores, actrices y guionistas de Hollywood se reivindican. Tras no llegar a un acuerdo con los grandes estudios, el sindicato SAG-AFTRA, en representación de unos 160.000 actores de Hollywood, ha declarado oficialmente estar en huelga paralizando la mayoría de las producciones de cine y televisión. Esto significa que, con alta probabilidad, habrá que esperar algo más de lo deseable para poder empezar la nueva temporada de nuestra serie favorita del momento.
Es quizá un momento ideal de revisitar películas que ya están en estas plataformas, y darles tiempo a esos conceptos tan complejos como los centros de datos que, a pesar de ser unos grandes desconocidos, conforman un pilar esencial para la digitalización y el estilo de vida al que estamos acostumbrados. La industria cinematográfica se ha atrevido a retratarlos en varias ocasiones… No en vano, esta industria, y la de las plataformas de vídeo, dependen de los centros de datos y del Edge computing.
El rol de los centros de datos en el cine: protagonistas incomprendidos
Las películas generalmente tienden a posicionar los inventos tecnológicos tras una lente de intriga, donde existe la manipulación y la amenaza de que los ordenadores causen estragos en el universo, por lo que no es de extrañar que los servidores hayan encontrado su camino en las tramas de las películas. De lo que quizá no son tan conscientes los televidentes es que también estamos viendo centros de datos de forma constante en algunas de las películas más taquilleras… Y su representación es más propia de la ciencia ficción que de la realidad.
En "Skyfall”, el famoso héroe inglés James Bond, esta vez encarnado por Daniel Craig, es interrogado en un centro de datos situado en una isla mediterránea, donde el villano está creando un caos informático. Los servidores no tienen racks, armarios ni refrigeración aparente. Aunque algunas organizaciones han aprovechado el aire fresco y limpio del exterior en ubicaciones septentrionales para minimizar la refrigeración, los servidores sin refrigeración en una isla mediterránea aún pueden clasificarse como ciencia ficción.
Por el lado contrario tenemos el ejemplo de “Free Guy”, una película que cuenta con Ryan Reynolds como protagonista y que se estrenó en 2021. Guy, el protagonista de la película, es un banquero en “Free City” que lleva una vida monótona hasta que conoce al amor de su vida. Es ahí cuando todo comienza a cambiar, se entera que lo que conocía como su realidad es un mero videojuego, y que él es un NPC "Non-Player Character" muy particular ya que comienza a desarrollar características de IA. A partir de aquí ambos se embarcan en una aventura en busca de la verdad, teniendo que enfrentarse a su mayor villano: Soonami, compañía liderada por Antwan el CEO que les ha robado a ella y su amigo el código de su juego.
En ella se consolida la IA como parte fundamental de la trama y los servidores (centros de datos) que recopilan toda la información del videojuego, también representan un papel principal. Y es que es una de las contadas películas que entienden su funcionamiento. Cuando Antwan comienza a destrozar los armarios, todos los datos del videojuego que habían creado comienzan a desaparecer, y es que estos armarios representan un lugar físico compuesto por software y programas específicos que gestionan toda esa información digital, y ese es el motivo por el que cualquier tipo de dato almacenado en ellos se puede perder para siempre.
"Ocean's Eleven" toma licencias creativas en su retrato de unos delincuentes que utilizan un cable Ethernet para acceder a un flujo de vídeo de las cámaras de seguridad de un casino. Aunque la película hace un buen retrato del centro de datos, pasa por alto la importancia de encontrar el armario de servidores y el cable adecuados.
"Tron: Legacy" también muestra un centro de datos futurista, aunque los servidores están distribuidos uniformemente sin tener en cuenta los pasillos fríos y calientes, lo que hace que el diseño sea, en el mejor de los casos, ineficaz. El protagonista de la película también se conecta directamente a un servidor. Pero, de nuevo, estamos hablando del futuro. Es decir: más ficción que realidad.
“Dejando de lado la trama, es evidente que la industria cinematográfica depende en mayor medida de los centros de datos tanto como personaje principal, por mera estética o lo que es más importante, por sus infraestructuras de TI que les permiten llevar a cabo proyectos a corto plazo y almacenar enormes cantidades de datos”. – Afirma José Alfonso Gil, director de Ventas de Servicio para el Sur de Europa de Vertiv.
De cara a un futuro no muy lejano se espera que los servidores y centros de datos Edge asuman más protagonismo en los procesos de producción de una película. Ahora cada vez que estemos disfrutando en la comodidad del aire acondicionado, las palomitas y el sofá recordaremos que detrás de toda gran producción siempre habrá un Centro de datos en acción.