Según una estimación, los centros de datos corporativos consumen el 3% de la energía eléctrica que se genera a nivel mundial: un aporte enorme a la huella de carbono y un desafío para las empresas que realmente tengan un ADN sustentable y quieran hacer su aporte a un medioambiente más sano. Más allá de los beneficios para el planeta, este tipo de prácticas generan ventajas para el negocio: un alto consumo implica también altos costos.
En este contexto, la certificación CEEDA (Certificación de Eficiencia Energética para Data Center) garantizan que una empresa cumple con las mejores prácticas en materia energética en sus centros de datos.
“Haber alcanzado la certificación demuestra nuestro compromiso con el planeta, desde los altos directivos hasta el personal que opera el centro de datos”, explica Alfonsina Guzmán García, Jefa de Infraestructura Tecnológica de Banco FIE, una entidad nacida en Bolivia en 1985 que tiene como foco el desarrollo financiero y social y el impulso a la micro y la pequeña empresa. “Es una metodología que nos permite mejorar de manera continua la operación eficiente de nuestros recursos y las mediciones de uso de energía para sacar el mayor beneficio a nuestra infraestructura”, agrega.
La empresa, que mide su huella de carbono y tiene una tendencia a la baja desde 2015, implementó un centro de datos con sostenibilidad operativa, insumos amigables con el medioambiente y el uso de menor cantidad de energía posible. Además, planea utilizar más energías renovables y sistemas de generación distribuida e incluir más proveedores responsables con el planeta en su cadena de valor. “El dióxido de carbono causado por un centro de datos tradicional genera un gran impacto en la huella de las empresas y por eso buscamos este cambio”, dice Guzmán García. Los resultados están a la vista: en apenas seis meses desde la certificación, se disminuyó el PUE (siglas en inglés por efectividad en el uso de energía) de 2,5 a 1,6 promedio.
Garantizar la sostenibilidad operacional
“Tener un centro de datos neutral en emisiones de carbono es clave para reducir el impacto ambiental y garantizar su sostenibilidad operacional”, afirma Eduardo Da Costa Sousa, gerente de la división de gestión de instalaciones de Dataprev.
Dataprev (Empresa de Tecnologia e Informaçoes de Previdência Social) es una organización que ofrece servicios de IT al sistema de seguridad social brasileño. “Hoy vemos que los clientes están preocupados por ser responsables en su propio negocio y buscan hospedar sus servicios de IT en centros de datos con elevados niveles de eficiencia energética y que utilicen fuentes renovables de energía”, asegura Da Costa Sousa.
En ese sentido, haber completado la certificación CEEDA fue para la organización “una oportunidad valiosa de confirmar que nuestra gestión y la operación de nuestros centros de datos son consistentes y están en total concordancia con la estrategia de sostenibilidad operacional de la empresa, al tiempo que resalta que la competitividad y la confiabilidad de nuestra organización están directamente relacionadas con nuestra capacidad de operar de forma eficiente nuestras instalaciones de IT”, detalla Da Costa Sousa.
Sumando buenas prácticas
Entre las buenas prácticas incorporadas a partir de la certificación CEEDA en Banco FIE se cuentan la correcta y eficiente segregación del aire, eliminando el flujo de bypass y recirculación, la operación de equipos a eficiencia máxima especialmente las UPSs modulares, el registro automático de consumo en diferentes puntos de la infraestructura para tomar acciones oportunas sin comprometer los niveles de disponibilidad, el comisionamiento de equipos en desuso o la virtualización.
En el caso de Dataprev (que fue la primera empresa pública de Latinoamérica en obtener la certificación, en noviembre de 2018), se logró supervisar la energía utilizada por el centro de datos e identificar puntos débiles, cerrar las aperturas por donde se escapaba aire frío, aumentar la temperatura de los pasillos (de 1ºC a 3ºC), mantener encendidos únicamente los equipos en uso, eliminar servidores inactivos, implementar virtualización o adquirir equipos más eficientes en consumo. “Además, adquirimos energía en el mercado libre, un modelo que habilita a que cada consumidor elija su propio proveedor de electricidad, lo que nos permite optar por aquellas procedentes de fuentes renovables”, indica Da Costa Sousa.
Hugo Bertini, director de PS Advisoring, empresa especializada en impulsar la eficiencia energética de los centros de datos empresariales y en asesorar compañías para que puedan lograr la certificación CEEDA, concluye: “la importancia de certificar radica en que se explicita el compromiso de la organización con la eficiencia energética: no se trata solo de palabras ni de una acción de marketing, sino de un esfuerzo concreto en pos de la sostenibilidad que puede ser corroborado por los entes reguladores de los diferentes países, los inversores que buscan empresas más ‘verdes’ para sus portafolios, los analistas de mercado y por supuesto, los propios clientes”.