La incertidumbre que hay sobre la situación actual y futura hace que las organizaciones tomen una pausa y replanteen cuales son las necesidades y los problemas más inmediatos, aunque también es igualmente fundamental centrarse en la resiliencia y la continuidad de su negocio.

Hoy en día las organizaciones se están moviendo a una estrategia con enfoque en múltiples nubes derivado de la agilidad, seguridad y rentabilidad de estos modelos de negocio. Por consecuencia las cargas de trabajo que tradicionalmente residían en centros de datos locales se están distribuyendo rápidamente en nubes publicas y privadas administradas por terceros. Sin embargo, este tipo de estrategias tienen un alto riesgo de no contar con una administración con los controles, procesos y mecanismos de seguridad con los que se cuentan en su centro de datos. Es imperativo tener una gestión que incluya control y visibilidad de esas cargas sin importar en donde se encuentren homologada que permita la consistencia de las politicas de manera uniforme.

Como comenta Nicola Morini Bianzino (Miembro de los Consejos de Forbes): “En un entorno en el que muchos están reduciendo los costos de tecnología, es un buen momento para evaluar y adoptar nuevos modelos comerciales y recibir un mayor apoyo de los proveedores.”

Al repensar las inversiones en tecnología, las empresas tienen el beneficio de establecerse para escalar y crecer de manera saludable y estar preparadas para poder sobreponerse a cualquier situación adversa que ponga en riesgo la operación. Aunque parezca falso, la única manera de evitar el impacto de estos incidentes al negocio, o al menos minimizarlo, es teniendo un plan de continuidad de negocio y un plan de recuperación ante desastres.

Aunque ambas estrategias tienen objetivos diferentes, son complementarios. Un plan de continuidad de negocio tiene el objetivo principal de mantener la empresa operando durante el tiempo que dure una crisis y la recuperación ante desastres se enfoca en restaurar el nivel de operatividad anterior a la crisis.

Un enfoque tradicional de recuperación ante desastres es la de disponer de un espacio físico en un segundo centro de datos que implica costos adicionales tanto de operación como de personal sin tomar en cuenta la doble inversión en infraestructura para poder replicar el ambiente ubicado en el centro de datos primario.

La alternativa que ha tomado relevancia en estos últimos años es contar con un proveedor de servicios de tecnología que nos permita disponer de un respaldo en la nube. Esta opción nos permite dimensionar la infraestructura secundaria basada en las necesidades reales del negocio y pagar solo por lo que utilicemos. La flexibilidad de este modelo nos permite el incremento de almacenamiento de manera sencilla y administrada sin necesidad de adquirir y configurar nuevos equipos.

Sin importa cuál sea la opción que elija para desarrollar el plan de continuidad de la organización, se debe asegurar que este tenga éxito ante una crisis real o programada. Para ello el plan de continuidad debe estar respaldado de manera descendente. Eso quiere decir que la alta dirección debe estar involucrada desde la etapa de creación y en las actualizaciones periódicas del plan alienado a las expectativas y necesidades del negocio.

Tomando en cuenta Para posicionar a las organizaciones para el éxito futuro, el enfoque debe estar en mantener una fuerza laboral sólida e invertir en el crecimiento de las personas mientras se realizan inversiones en tecnología inteligente que pueden ayudar no solo a capear la tormenta actual, sino también a prosperar en el período de recuperación.


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